Daniel Ceán-Bermúdez
@daniel_cean

Todos tenemos un ‘verano azul’. Ese verano que recordamos especialmente. Casi siempre suele ser el del primer amor, con el sol brillando en un cielo azul y despejado como perfecto fondo para románticos paseos al borde de un mar en calma, también deslumbrantemente azul. Pero hay otros veranos igualmente azules y llenos de brillos. Como el que disfrutó Venanzio Ortis en 1978. En su caso el azul lo puso la camiseta ‘azzurra’ de la selección italiana. Y el brillo las medallas, una de oro y una de plata, que logró en un escenario muy apropiado también para los paseos románticos, la ciudad de Praga, sede en agosto de aquel año de los campeonatos de Europa de Atletismo.

Por aquel entonces, Ortis era una joven promesa de 23 años. Cuatro antes, en 1974, había sido subcampeón junior en el mundial de cross celebrado en un lugar muy asociado a las carreras en Italia, Monza. Eso sí, la prueba no se disputó en el famoso templo de la velocidad de los deportes del motor sino en el cercano hipódromo. Al prometedor atleta local sólo le superó en la meta un estadounidense de nombre muy parecido al famoso ‘fugitivo’ de la serie televisiva de moda la década anterior, Richard Kimball. Dos años más tarde, con 21 de edad, Ortis acudió a los Juegos Olímpicos de Montreal, donde cayó eliminado en la segunda serie de los 5000 metros, víctima de una carrera muy lenta en la que no logró remontar posiciones cuando se produjo el arreón final. Fue, en todo caso, una valiosa experiencia en su formación como corredor de fondo en pruebas de pista, especialidad a la que había llegado desde otras pruebas de fondo, las de esquí, muy populares en su zona de origen, la montañosa región de Carnia, en el Friuli.

Venanzio Ortis con las dos medallas que logró en los europeos del 1978 en Praga

En 1978, Ortis llega al europeo como campeón italiano del 5000 y reciente recordman nacional de la distancia gracias a la marca conseguida en la prestigiosa Weltklasse de Zurich. Una carrera de gran nivel en la que logra la tercera plaza, por detrás del indiscutible número 1 mundial aquel año, el keniata Henri Rono, y de otro joven valor europeo, el suizo Markus Ryffel. En Praga, Ortis y Ryffel se volverán a ver las caras en la prueba de los 5 kilómetros. Pero el italiano tiene antes otro compromiso, la carrera de 10000 con la que se cierra la primera jornada de la competición, el 29 de agosto, en el ‘Strahov’ de la capital checa. Ortis es uno de los veinticuatro participantes en la final directa de la prueba más larga en pista. Entre ellos está el británico Brendan Foster, vigente campeón europeo de 5000 y cuarto en Montreal, y otros tres finalistas en los anteriores juegos, el noruego Knut Kvalheim, el soviético Enn Sellik y el alemán occidental Detlef Uhlemann. También son de la partida los tres primeros en el mundial de cross disputado unos meses antes en Glasgow, prueba que Ortis concluyó en la decimooctava plaza. Son el irlandés John Treacy, el soviético Aleksandr Antipov y el belga Karel Lismont, todo un doble medallista olímpico en la maratón, distancia que aporta otro participante ilustre, el germano oriental Waldemar Cierpinski, ganador del oro en Montreal. Y aunque aún no ha destacado a nivel internacional, su altura y el hecho de ser el vigente campeón finlandés en una prueba que dominan los atletas del país nórdico, hace que muchos ojos se fijen en Martti Vainio como posible candidato a la victoria en una prueba que se presenta muy abierta.

El británico Foster, campeón europeo de los 5000 en 1974

Lo que pocos esperan es que la competición sea tan igualada y rápida como acabará siendo. Desde el principio se marca un fuerte ritmo y a mitad de carrera, con el rumano Ilie Floroiu al frente de un grupo en el que están todavía la mitad de competidores, se llega por debajo de 13’45, a escasos segundos del tiempo de paso en el record mundial establecido por Rono dos meses antes en Viena. Es una marcha muy exigente que debería ‘romper’ la carrera. Y, sin embargo, dos kilómetros más tarde, cuando ya se llevan siete recorridos, aún siguen en cabeza doce corredores, con el soviético Antipov colaborando con el rumano en la tortura a los otros diez que se niegan a ceder. Entre ellos están el favorito, Foster, y su compatriota Black. También el joven italiano, Ortis, y el finés Vainio, este último casi siempre a cola pero sin dar sensación de ir a descolgarse.

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Vainio, Antipov y Foster en el 10000 de Praga 1978

Al ocho mil, que se pasa unos segundos por encima de los 22 minutos, diez de esa docena continúan juntos, con Floriou siempre delante y Ortis asomándose por primera vez a los puestos de cabeza. Un par de vueltas más tarde, el británico Black, que se había puesto al mando en el giro anterior, acelera el ritmo y abre un pequeño hueco, seguido por su compatriota Foster. El grupo pierde varias unidades, reduciéndose a seis: los dos ingleses, que intentan la fuga, seguidos por el rumano Floriou, el italiano Ortis y el finlandés Vainio, que los rebasa con facilidad para no perder el contacto con el dúo de cabeza. La larga zancada del rubio atleta nórdico cierra enseguida la brecha que habían tratado de abrir Black y Foster. A dos vueltas del final, los tres mantienen un pequeño margen sobre el trío perseguidor, en el que Ortis toma la iniciativa, seguido por Antipov. El italiano y el ruso alcanzan a los tres primeros unos metros antes del toque de campana, al que llegan muy juntos los cinco, con Foster rebasando a Black, que ya ha hecho todo lo que podía hacer en lo que parece un trabajo de equipo de los británicos a favor de su hombre más fuerte.

La última vuelta es frenética. En el trescientos, con toda la insolencia de la juventud, Ortis se pone en cabeza por el exterior. Foster replica y le rebasa a la entrada del doscientos, seguido de cerca por Vainio. Es un escenario conocido para el británico, jugarse la victoria contra un alto finlandés. Y al igual que en las dos finales olímpicas de Montreal, ante Viren, ve impotente como su joven sucesor le rebasa y entra en la última recta por delante. Además, por detrás el italiano no se conforma y supera también al británico, que mira a derecha e izquierda, consciente de ir ya totalmente vacío. No va a poder ganar el oro y teme que peligre hasta el bronce. Un temor bien fundado, porque Antipov remonta por el interior y, a falta de cincuenta metros, le rebasa para alcanzar la tercera plaza y está incluso a punto de arrebatarle a Ortis la segunda. El italiano se da cuenta del sprint del ruso y hace un último esfuerzo, abalanzándose sobre la línea para lograr la plata. Medio segundo antes, Vainio ya ha cruzado la meta como ganador con un excelente crono de 27:31. Un tiempo magnífico para una final de un gran campeonato, del que es nuevo record, además de plusmarca nacional de Finlandia. También es record de Italia el 27:31.5 de Ortis, que mejora en casi medio minuto su anterior registro en la distancia.

Últimas vueltas del 10000 en el europeo de Praga de 1978

Es un arranque de campeonato sensacional para el joven atleta de Friuli: mejor marca de siempre y medalla de plata en la prueba que, sobre el papel, no era realmente la suya. Porque, en realidad, sus máximas esperanzas estaban puestas en el cinco mil, cuya final se corría cuatro días después. Para alcanzarla, antes había que superar la criba de las series, previstas para dos días más tarde de la durísima carrera del 10000. Al italiano le toca la tercera que, como suele ocurrir en estos casos, es la más rápida al tener sus participantes las referencias de las dos anteriores y saber que crono necesitan para clasificarse por tiempos si no lo consiguen por puestos. El italiano no tiene problemas para pasar pero añade otros cinco kilómetros a buen ritmo a los rapidísimos diez de dos días antes. Puede ser un importante hándicap en la final, sobre todo ante atletas como el suizo Ryffel, el alemán Herle, el soviético Fedotkin, el británico Rose o el portugués Mamede, que no han participado en la prueba más larga. Al menos, Vainio, Floriou, Treacy y Sellik, otros de los finalistas con mejores marcas, también llevan igual ‘kilometraje’ en sus organismos antes de la carrera decisiva.

El suizo Ryffel (680) y el irlandés Treacy (154), dos de los atletas a tener en cuenta en la final de 5000 en Praga

Por tanto, aún a riesgo de hacer la carrera más asequible para los especialistas en la distancia más corta que cuenten con mejor sprint, a los que vienen del diez mil les interesa una final lenta. Y justo eso es lo que tienen en la carrera que se celebra el 2 de septiembre. Nadie se atreve a tirar de salida y Vainio controla las operaciones al ritmo que más le conviene a él… y también a Ortis. Los dos primeros kilómetros se pasan en torno a 2:45 cada uno. El tercero es apenas dos o tres segundos más rápido, gracias a un pequeño acelerón por parte del británico Rose, suficiente para romper el grupo y que continúen en cabeza sólo la mitad de los que tomaron la salida. Al cuatro mil, de nuevo con Vainio por delante tras otro kilómetro al ritmo de los dos primeros, siguen en la lucha por la victoria tres de sus rivales en el 10000, Floriou, Ortis y Tracey, además de Rose, el suizo Ryffel y el soviético Fedotkin.

Se inicia entonces una tensa espera hasta el toque de campana, con Vainio siempre al frente, dando la sensación de que puede repetir el triunfo de cuatro días antes. Su imponente presencia parece intimidar a sus rivales, que le siguen como su sombra pero no se deciden a atacar. Finalmente, en el trescientos, Floriou cambia el ritmo y trata de pasar por fuera. Pero Vainio alarga su poderosa zancada y lo mantiene en paralelo hasta que el rumano cede. Entonces, a la entrada de la curva final, aparece Ryffel con un fuerte ataque que le permite llegar a la última recta por delante. La resistencia de Vainio se quiebra y tanto Ortis como Fedotkin también rebasan al finlandés. El suizo, el italiano y el soviético van a ser los que luchen por la victoria. Ryffel encara el cien final por delante pero se está quedando sin fuerzas y ve llegar a Ortis por su izquierda. Se abre a la calle dos pero el italiano le supera por la tres y tiene incluso tiempo de celebrar la victoria levantando los dos brazos al cruzar la línea de meta. El oro es para el joven del Friuli. La plata la acabarán compartiendo el suizo y el soviético, que cruzan la línea de meta tan juntos como para que los jueces no sean capaces de saber si uno de los dos ha llegado aunque sea una centésima de segundo antes que el otro. Vainio, exhausto, termina sexto, por detrás de Floriou y del siempre voluntarioso Treacy, que no se rinde hasta el final y está cerca de meterse en la pelea por las medallas llegando desde atrás en los últimos metros.

Últimas vueltas de la final de 5000 en el europeo de Praga de 1978

Ha sido una carrera muy diferente al diez mil en cuanto a ritmo, mucho más lenta y táctica, pero con desenlace similar en cuanto a igualdad y con el denominador común de tener entre los medallistas a Venanzio Ortis. A sus 23 años, el joven procedente de las altas montañas que separan a su país del resto de Europa se convierte en el primer italiano que gana una medalla de oro en una prueba de fondo de una gran competición internacional. Su doble éxito en Praga no tendrá continuidad, lastrada su carrera deportiva por las lesiones en los siguientes años, pero abrirá el camino a una época dorada para sus compatriotas en las pruebas de larga distancia. Poco después irrumpirán en la escena internacional Alberto Coba, Stefano Mei, Francesco Panetta y Salvattore Antibo. Serán los protagonistas de otros veranos en los que el color azul de las camisetas italianas brillará también adornado con medallas, como en el verano ‘azzurro’ de Ortis en Praga.

MÁS INFORMACIÓN:

MOMENTI EUROPEI: VENANZIO ORTIS – artículo sobre las carreras de Ortis en el europeo de Praga del 78 publicado en la versión italiana de la revista Runner’ss World.

EUROPEI DI PRAGA 1978: L’APICE DI VENANZIO ORTIS – artículo de Nicola Puzzi sobre Venanzio Ortis publicado en noviembre del 2015 en la web SportHistoria

VENANZIO ORTIS CAMPIONE A PRAGA NEL 1978 - artículo sobre las dos carreras de Ortis en el europeo de Praga de 1978

VENANZIO ORTIS – artículo sobre Venancio Ortis en la web de la Federación Italiana de Atletismo .

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