ENTRENAMIENTO:
VOLUMEN VS INTENSIDAD

En lo que se basa la mayor parte del entrenamiento, porque es una manera fácil de cuantificar, son los kilómetros. Es fácil saber si estás haciendo 'tantos' kilómetros, pero nadie se para a pensar que acumular sin ton ni son no lleva a ninguna parte. Es un error muy típico, no vamos a decir en corredores principiantes, porque ahí no es tan determinante el tema de la intensidad, si no en corredores ya experimentados: el hecho de intentar aumentar el volumen del entrenamiento sin pararse a pensar que es lo que eso implica o el beneficio que te pueda traer.

Por eso, Renatto Cano, el entrenador italiano, siempre dice que el aumento del volumen, sin un aumento acorde de la intensidad no tiene sentido. Y mucho menos si ese aumento del volumen conlleva que la intensidad se resienta. Si se hacen 160 kilómetros pero más del ochenta por ciento se hacen a intensidades que no supongan un estímulo útil, no llevan a ninguna parte. Lo que habría que cuantificar son los volúmenes a cada una de las intensidades de trabajo. Es decir, si estamos preparando un maratón, lo importante no es el volumen total, aunque también lo sea porque en un maratón es más determinante que en cualquier otra prueba, si no fijarnos en el volumen que realizamos a la intensidad específica de la prueba. Eso es lo que realmente nos va a llevar a que el día en el que vayamos a competir la marca sea la que buscamos.

También hay que decir que los estudios demuestran que en todos los grandes campeones el factor que correlaciona con un aumento del rendimiento es un aumento del volumen. Pero, claro, cuando se lee eso lo que se piensa es 'entonces lo que hay que hacer es más kilómetros'. Y en realidad, si se desglosan bien los datos se llega a la conclusión que acabamos de explicar: hay un aumento del volumen pero va ligado a un aumento del volumen a la intensidad específica de la prueba, sea un maratón o un diez mil... y, por supuesto, en carreras de montaña igual.

Por lo tanto, por ejemplo para preparar un maratón lo que se debe hacer es correr más kilómetros a la velocidad de maratón, no correr más kilómetros sin más. Si en vez de salir a correr tres días a la semana, se sale cuatro o cinco ya se está aumentando el volumen y ahí todavía existe margen de mejora por la vía de correr más kilómetros. Pero, al final, si se tienen unos días concretos para correr y en esos días se quiere aumentar el kilometraje, vale más aumentar el tiempo que se corre al ritmo específico de la prueba, y ser capaz de tolerarlo y de recuperar y no lesionarse, que en vez de hacer 60 a la semana intentar hacer 90. Lo que hay que hacer es tratar de que dentro de esos 60 haya un porcentaje mayor de kilómetros a una intensidad igual, o cercana, o más rápida, que la de la prueba objetivo. Y, por otra parte, cuanto más corta sea la distancia de la prueba objetivo más importante es el tema de la intensidad porque los kilómetros digamos 'basura' se alejan mucho más todavía del ritmo.

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